domingo, 25 de julio de 2010

Mi nostalgia

Cuando me enamoré, no pensé en el desenlace;
con alguien como tú no interesa lo que pase.
De verdad no importaba si de tus besos me enviciaba,
sólo me deje llevar cuando tus labios me tocaban.

Me acostumbré a tus manos sobre mi cuello,
me volví adicta a empalagarme con tus ojos caramelo.
¿Sabes que me encantaba cuando íbamos a caminar?
Era perfecto cuando íbamos a ver el mar.

Nos sentábamos bajo la copa de ese robusto árbol,
tú me abrazabas y yo, sigilosa, me sentaba a tu costado.
Nunca imaginé que terminaría, siempre pensé que duraría;
disfruté cada momento sin pensar que el último sería.

¿Sabes que extraño cuando me venías a buscar?
Yo solía correr y a tu encuentro rápido llegar.
Me hacías feliz, tú me gustabas de verdad;
me ponía tan nerviosa cuando te iba a saludar.

Ahora no es igual, debo recordar el sabor de la soledad;
aunque admito que te pienso en medio de la oscuridad.
No te veo hace años y tu rostro se me ha empezado a olvidar;
por eso guardo tu fotografía, la única que contigo me hace soñar.

No hay comentarios: