sábado, 27 de junio de 2009

Hincha de mamá


Hace tiempo que no escribo.
Para ti con todo el corazón:

No recuerdo cómo fue la primera vez que vi tu carita, pero sé que tú te acuerdas cuando viste la mía. Debieron haberme llevado llorando lejos de ti... Debí haber pasado por varias manos antes de llegar a los brazos indicados: los tuyos. Es imposible que recuerde ese día porque apenas tenía unos cuantos minutos en esta vida, pero sé que debió ser el más hermoso de tu existenca y la mía. Seguro tus ojos tuvieron ese brillo especial que tienen cuando me ves, solo que esa era la primera vez que lo hacías. Sé que me esperaste por nueve meses aparentemente inacabables, y también que pediste por que fuese tu pequeña. Fue entonces que llegué a ti: Un 22 de octubre del 1991 sentí el calor de tu regazo por primera vez. Comenzó la vida en tu compañía.
No sé cómo fue transcurriendo el tiempo ni cómo me adopté a la idea de que tú eras mi mamá, sólo sé quede repente te convertiste en la mujer de quien no quería separarme nunca y mucho menos compartirla con alguien. De un momento a otro te volviste aquella persona que me protegía como nadie lo hacía y cuya suavidad de palabras me daba más que felicidad. Pasaste a ser mi hincha número uno...
Usábamos en esos años los casettes y tú eras fan de grabar mi voz conforme iba creciendo. Tu vieja cámara de fotos siempre la usaste para retratar un recuerdo mío asi no fuese el más especial (aunque para ti cada mañana que me veías despertar ya era llamado un día especial). Juguetes empezaron a aparecer por doquier... Las películas animadas también. Quien esté leyendo esto puede llamarlo engreimiento, pero tú y yo sabemos que no fue así. Tú y yo sabemos lo que quisiste para mí. Cuántas veces me lo has dicho: "Siempre que pasaba por donde habían juguetes bonitos mi pensamiento sólo me llevaba a ti. Si hubiera sido por mi, me habría llevado toda la tienda. En qué momento no dejé de pensar en ti...". ¿Te acuerdas de mis barbies, mamá? ¿Te acuerdas como construí la mejor casa de la barbie sin que sea la original? ¡Tuve la mejor época de mi niñez gracias a ti! ¿Cómo no poder asociar mi niñez con color y diversión cuando fuiste tú la única que lo hizo posible? ¡Me hiciste demasiado feliz! Lograste que esta etapa fuese la mejor de todas... por ahora...
¿Pero por qué hablar de lo material cuando hay algo que me llena mucho más? Exacto: Tu amor. ¡Tú me amaste desde que el resultado de embarazo dio positivo! ¡Tú me amaste desde que le pediste ser madre a Dios! Fuiste conociéndome poco a poco... Fuiste dándote cuenta que sería una pequeña niña nerviosa, insegura y sensible... ¡Pero la única fuente de confianza fue tu inmenso amor! Porque tú me has amado con mis miedos y dudas, porque tú me has amado con mis nervios e ideas, ¡Porque tú de verdad me has amado y me amas como soy! Tú, con toda sinceridad, mereces el nombre de madre.
¿Recuerdas los dictados al acercarse cada concurso de ortografía en primaria? Es otro momento que acaba de venir a mi mente: tú me sentabas en mi pequeña silla (pequeña como yo) y me preparabas para esos concusos ortográficos en los cuales, gracias a ti, pude conseguir mis primeros diplomas... ¡Pero qué importan los diplomas! ¡Son sólo papel (cartulina, si tenemos suerte)! Lo que importa es que gracias a tus dictados, aparte de mejorar ortografía, me hiciste ganar la convicción de que yo era, a pesar de mi inseguridad, alguien que podía conseguir lo que quería. Gracias mamá...
Es tan seguro que recuerdas esos días en que comencé la etapa difícil. Esos días en que empecé a llorar sin sentido alguno, mi carácter cambió y también, mis gustos. En especial ese día que te dije: Mamá, creo que ya no me está gustando mucho jugar con mis barbies...
... Y se sacó el enorme mueble donde había instalado mi casa de la barbie (¡No original! ... Pero perfecta.) ...
Tuviste de haber tenido muchísima paciencia para aguantar cada bajón de autoestima, que incluso llamaste a un viejo amigo para que me ayude en esa edad tan complicada (y pensar que ese viejo amigo llamado 'psicólogo' aún es de ayuda). Tuviste que haberte llamado en verdad madre para entenderme, aun cuando solía decir la conocida frase: ¡NADIE ME ENTIENDE!

***

Las cosas fueron tomando calma y acomodándose poco a poco, pero todo aún sigue en constante cambio. Un cambio más suave pero de todas maneras, cambiando. Tú lo sabes muy bien porque hace poco tuvimos una charla muy especial, en donde nos miramos las caras y aceptamos que, una vez más, he dado un nuevo paso en este largo proceso de crecer... por favor, ¡No tomarlo literalmente! (risas)

Mamá, mamá Isabel: Tenía muchas ganas de escribir esto desde ayer, pero estoy segura que no me hubiese salido igual que lo de hoy. Y es que esta noche fui con lágrimas en los ojos corriendo hacia a ti y me encontré con los mismos brazos abiertos que me recibían cuando a los cinco años lloraba por cualquier cosita... Me di cuenta una vez más que mi mamá no ha cambiado, que los años no la han llenado de impaciencia sino de calidad, calidad de mamá. Sigues siendo esa mujer de quien nunca quiero alejarme, sigues siendo esa persona con quien nadie quiero compartir así lo haga todos los días con un hermano que también es lo mejor. Madre, hoy no es el día de la madre, pero te regalo estas líneas con muchísimo amor. Gracias por escucharme un día más, una noche más... Gracias por abrazarme y decirme lo que de verdad se necesita oír...

Madre:
Yo Soy tu hincha número uno.

jueves, 4 de junio de 2009

...

Mateo: ¡Déjalo ya!

Cristal: No puedo, ¡entiende que no puedo!

Mateo: ¡Si puedes! Por favor: ¡Escápate conmigo!

Cristal: ¡No puedo hacerlo!

Mateo: Vas a perder la oportunidad más grande de tu vida...

Cristal: ¡Lo sé! ¡Es tan difícil! ¡Entiéndeme!

Mateo: (abrazándola por el hombro) Sé que es difícil... No llores más.

Bajo la luna

Cristal: No sé que estamos haciendo, en verdad estamos locos

Mateo: Shh... (le coloca un dedo en la boca) No son necesarias las palabras en este momento, pero sí... estamos locos

Cristal: ¿Y si la gente se entera?

Mateo: La gente no importa ¿Cuándo interesó? Estamos tú y yo, ¿No es acaso lo único que interesa? Tú me gustas.

Cristal: Y tú también a mi...

Mateo: Deja que el único acompañante sea el silencio y esa luna cristalina que nos mira de a momentos...

Cristal: ¡Eres tú mi más anhelado deseo!

Mateo: Tú también lo eres, mi niña de los ojos negros...