viernes, 13 de noviembre de 2009

Una idea simbolista

La idea extraña surgió en la clase de teatro. Estábamos estudiando el Simbolismo cuando el profesor nos explicó el concepto de este con un ejemplo: "En ese tiempo buscaban representar algunas cosas, como dice su nombre, simbólicamente... ¿Lo entienden?" y como dice un amigo: "Grillo" (significa que todo quedó en silencio)... el salón se quedó callado. No sé si por timidez o porque no entendían, al menos yo ya estaba empezando a quedarme dormida porque ese tema lo había estudiado muy bien en el colegio. El profesor dijo de nuevo: "Está bien... Tomémoslo así, piensen que un artista va a pintar una escena de ustedes... o ya, algo mejor, imaginen que hará una pintura de ustedes y su enamorado o enamorada... Imagínense tal cosa... ¿Cómo representan esa idea en su cabeza? ¿Cómo creen que sería la pintura de ustedes y su pareja?" Entonces, mi mente comenzó a divagar: "¿Cómo nos veríamos él y yo?" y empecé a imagiar y a imaginar, a crear en mi cabeza una vez más...

Si tú y yo fuéramos retratados en una pintura, seríamos la escena perfecta. Estuviéramos paseando, tomados de la mano, por un campo inacabable y de verdor brillante. Las flores nos rodearían y regalarían su adictivo aroma. El sol resplandecería sin dejar que sus rayos quemen nuestra piel. Y los colores... Los colores de finos matices inventados por un pincel.

Nos vi corriendo y cayendo en la parte más linda del campo, quedando echados y mirándonos como cuando nos enamoramos. No era un cuento de hadas, no era la pintura más rosa... era una obra sencilla de la más artística persona. Y nos decíamos cosas, frases con palabras cortas pero de largo sentido. Y me llamaste "hermosa", porque tu sabías lo que deseaban mis oídos.

La pintura simbolista representaría amor y amistad, porque unimos aquellos dos para hacer esto realidad. Con algo de agua y mucho color, quedaban partes de acuarela y se veían mejor. El pincel era normal, las cerdas incluso abiertas... pero con una mano artística cualquier pintura es bella.

Así era nuestro cuadro, con materiales primarios y por manos de experto... Un ambiente creativo y personajes muy ciertos. La pintura no se vendió, tampoco se prestó y menos regaló... Quedó escondida en un en una guarida, hasta que nacieran las personas que al cuadro dieran vida. Y aquí estamos nosotros, dando vida a tal obra, donde en mi mente es el boceto y los colores nuestra historia.

Entonces, terminó la hora de clase... Y la gente entendió el simbolismo, a su manera.


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