La idea extraña surgió en la clase de teatro. Estábamos estudiando el Simbolismo cuando el profesor nos explicó el concepto de este con un ejemplo: "En ese tiempo buscaban representar algunas cosas, como dice su nombre, simbólicamente... ¿Lo entienden?" y como dice un amigo: "Grillo" (significa que todo quedó en silencio)... el salón se quedó callado. No sé si por timidez o porque no entendían, al menos yo ya estaba empezando a quedarme dormida porque ese tema lo había estudiado muy bien en el colegio. El profesor dijo de nuevo: "Está bien... Tomémoslo así, piensen que un artista va a pintar una escena de ustedes... o ya, algo mejor, imaginen que hará una pintura de ustedes y su enamorado o enamorada... Imagínense tal cosa... ¿Cómo representan esa idea en su cabeza? ¿Cómo creen que sería la pintura de ustedes y su pareja?" Entonces, mi mente comenzó a divagar: "¿Cómo nos veríamos él y yo?" y empecé a imagiar y a imaginar, a crear en mi cabeza una vez más...
viernes, 13 de noviembre de 2009
Una idea simbolista
Si tú y yo fuéramos retratados en una pintura, seríamos la escena perfecta. Estuviéramos paseando, tomados de la mano, por un campo inacabable y de verdor brillante. Las flores nos rodearían y regalarían su adictivo aroma. El sol resplandecería sin dejar que sus rayos quemen nuestra piel. Y los colores... Los colores de finos matices inventados por un pincel.
Nos vi corriendo y cayendo en la parte más linda del campo, quedando echados y mirándonos como cuando nos enamoramos. No era un cuento de hadas, no era la pintura más rosa... era una obra sencilla de la más artística persona. Y nos decíamos cosas, frases con palabras cortas pero de largo sentido. Y me llamaste "hermosa", porque tu sabías lo que deseaban mis oídos.
La pintura simbolista representaría amor y amistad, porque unimos aquellos dos para hacer esto realidad. Con algo de agua y mucho color, quedaban partes de acuarela y se veían mejor. El pincel era normal, las cerdas incluso abiertas... pero con una mano artística cualquier pintura es bella.
Así era nuestro cuadro, con materiales primarios y por manos de experto... Un ambiente creativo y personajes muy ciertos. La pintura no se vendió, tampoco se prestó y menos regaló... Quedó escondida en un en una guarida, hasta que nacieran las personas que al cuadro dieran vida. Y aquí estamos nosotros, dando vida a tal obra, donde en mi mente es el boceto y los colores nuestra historia.
Entonces, terminó la hora de clase... Y la gente entendió el simbolismo, a su manera.
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