sábado, 25 de julio de 2009

La lucha

[Si bien este post puede tocar un tema muy delicado,
lo que busco con él es dejar un buen mensaje... asi los versos
puedan ser un poco fuertes, el mensaje es: Jamás, a pesar de todo, no te rindas.]

Todo dio su comienzo muy deprisa,
repito: tu llegada fue instantánea.
No sabía ni de quién te tratabas,
apareciste como dolor sin herida.

Tú viniste y la vida me cambió,
la tranquilidad amenazada se vio.
Tú viniste y nadie me avisó,
aún no sé ni quién te invitó.

Hiciste que visite un poco más al doctor,
es que de ir al hospital no era asidua yo.
Exámenes y resultados fueron cosa de minutos,
te volviste mi huésped en cuestión de segundos.

¿Cómo le digo a mis hijos que tenemos visita?
visita inoportuna que está creando tempestad.
Es como si fueran tormentas y rayos en mi cuerpo,
dolores que parecen intensificarse mucho más.

En verdad, el dolor no es del todo tu obra,
es mas de la lucha que llevo en tu contra.
Duele... y duele mucho. Duele en el alma...
... Pero tienes que saber que mi cuerpo no es tu posada.

El cansancio surgió: Me siento más débil.
Mi cabellera cae porque ya no resiste.
Son los rezagos de la guerra, la guerra contra ti...
Y es que no puedo dejar que me arranques el vivir.

Es muy pronto para decir que te voy a vencer,
pero quiero que sepas que no voy a ceder.
El dolor se convierte en una espada que atraviesa,
pero no pienso volverme del Cáncer su presa.

Quiero gritar, a veces me tienta la lucha abandonar,
mas, no... yo aún quiero vivir un poco más, siquiera un día más.
Y es que puedes causar el dolor más horrible que haya sentido,
pero yo no moriré por haber dicho: "Me rindo".

Hay días en que olvido qué se siente estar viva,
es que tú has consumido todas mis energías.
Hay días en que deseo saber qué es estar sana,
sin dolor, sin pesar, sin nada contra qué pelear.

Tengo una familia maravillosa y es mi arma valiosa,
el motivo de esta lucha tan difícil y dolorosa.
No sé si sea ganadora, no sé si de la vida sea acreedora,
pero, por Dios, que habré sufrido por ser vencedora.

Dios mío, si yo no logro conseguir la victoria,
no dejes que mi familia se sienta nunca sola.
Que solo mi cuerpo falte en sus vidas,
pero que nunca piensen que murió mi compañía.

Estoy aquí, estoy arriba. Yo agún sigo en su vida.
Soy ahora un ángel que puede cuidarlos cada día.
Si quieren encontrarme, solo cierren sus ojos...
... verán que yo nunca me habré ido.

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