viernes, 10 de julio de 2009

Bleh.

¡Deja de llamarme por mi nombre ya!
No me grites porque menos caso te haré
Pásame un bendito lapicero de punta fina
en estas hojas amarillas yo escribiré

No quiero saber del desorden que me rodea
deseo estar libre por un momento del deber
Me inundaré en el río de la libertad
de la tranquildad plena y... descansaré...

Yo ya me olvidé de ese corazón que dibujé
de su voz que resonaba en mi cabeza
Me he quedado libre de penas
Estoy por fin lista para comenzar... una vez más...

Déjala sola... ¡está en plena mutación!

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