lunes, 8 de diciembre de 2008

Auto - perdón

Creo yo sentir la muerte aproximarse.
Me siento asfixiada y con temor repentino,
Las puertas aparentan cerrarse,
Quedo atrapada en un cuarto maldito.

Yo siento que alguien quiere bajar,
Va a descender y llevarse mi alma.
Me niego porque no va a terminar,
todo lo que logré no lo ursurpará.

Ven, intenta sacarme de aquí,
trata de robarme esa alegría de ayer,
Verás que yo puedo librarme de ti,
Tú, mi vida no la vas a detener.

Y es que abro los ojos y despierto:
Me doy cuenta que nunca hubo nadie.
Sólo yo busqué crearme este cuento.
Quise acabarme y no ser la culpable.

Quiero pararme y mirar al espejo,
quiero observar ese alguien ahí,
ese alguien que hace casi un arresto,
a su vida y todo lo que lleva adentro.

Quiero disculparme y darme un abrazo,
que él también sepa cuánto me amo.
Que si no fuera yo, él no habría conocido,
siquiera un día este amor que le regalo.

Me quiero, te quiero y los quiero.
Que nadie acabe con esta obra de teatro.
Aún hay reparto, aún hay telonero.
No le pongas fin, Dios, aunque seas El Maestro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

q tal dramatismo... se ve q salio del bobo

ISABEL E. dijo...

¡Bello, ñañita, me encantó el final en especial! Sigue en esto, prometes mucho. Te amo.